Bandai Namco
[REVIEW] Captain Tsubasa: Rise of New Champions
Jugado en: Nintendo Switch
Género: Deporte
Developer: Bandai Namco
Publisher: Bandai Namco
Fecha de lanzamiento: 28 de Agosto 2020
¿Cómo no recordar nuestra niñez al ver una portada que representa lo que conocimos como “Los Super Campeones” y el famoso equipo “Niupi” liderado por el famoso jugador Oliver Atom?. Es inevitable no pensar en otros grandes exponentes como Steve Hyuga, Richard Tex Tex, Benji Price, Tom Misaki o el carismático Bruce Harper. Qué tal acordarse de los “Tiros Especiales”… ¿te suena: Tiro con Efecto, Boomerang, Tiro del Tigre o el famoso Lanzamiento Karateca del arquero Richard Tex Tex?. Son demasiados recuerdos en tan pocas palabras, recuerdos que volverán a ver la luz pero sin la nostalgia de esos nombres tal cual los recordamos… Captain Tsubasa vuelve en gloria y majestad tal cuál fue creado en su referente animado japonés.
Con FIFA y PES monopolizando el género del fútbol durante años, es bueno tener algo diferente para probar, y eso es precisamente lo que ofrece Captain Tsubasa: Rise of New Champions: algo diferente. En esencia, es un juego de fútbol, pero como era de esperar, está lejos de ser un simulador de deportes. Rise of New Champions tiene una jugabilidad tipo arcade, está repleto de movimientos especiales como los que se ven en el popular animé, pero tampoco es exactamente un juego de fútbol arcade propiamente tal.
De hecho, si estás acostumbrado a PES o FIFA, es probable que necesites algo de tiempo para adaptarte a Captain Tsubasa: Rise of New Champions, sobretodo porque hay sorprendentes similitudes en cuanto a controles. Puedes realizar pases cortos, balones largos, cruces, pases completos, tiros, sprints y driblear. Como ves, muy parecido a FIFA y PES, y también puedes cambiar la configuración. La cámara también es lateral e incluso hay un minimapa con la ubicación de los jugadores, lo que acerca aún más a Rise of the New Champions a los dos simuladores. Además puedes cambiar de táctica para reforzar el medio campo, adoptar una postura más ofensiva o defensiva y jugar al contraataque, por ejemplo. Hasta ahora, es como un simulador de fútbol, pero solo hasta ahora.
Cada jugador en Rise of New Champions tiene sus atributos divididos entre: regate, velocidad, tiro y otras características similares, pero lo que es más importante, tienen habilidades especiales. Algunos jugadores pueden ejecutar tiros ultrapotentes, mientras que otros pueden bloquear cualquier ataque, e incluso los porteros tienen acceso a “superdefensas” que impiden que los tiros entren en la portería.
De hecho, Rise of the New Champions funciona como un juego de piedra / papel / tijeras, en el sentido de que ciertos movimientos anulan a otros. Por ejemplo, si el atacante y el defensor presionan los mismos botones de regate, el defensor abordará el balón. Sin embargo, si presionan diferentes botones, el delantero pasará automáticamente al oponente.
Todas las acciones del jugador van gastando una barra de “espíritu”, que se requiere para realizar movimientos especiales. Esta barra se llena automáticamente durante el partido y es fundamental para ganar partidas. En Rise of the New Champions, no tiene mucho sentido aislar a un jugador, porque las probabilidades de que el portero bloquee el tiro son muy altas, incluso a corta distancia. Lo que el jugador debe hacer es continuar disparando a la portería, ya que cada defensa agota un poco la barra de espíritu del portero. Si esa barra se agota, el siguiente tiro tiene buenas posibilidades de entrar, especialmente si es un tiro especial.
Para realizar estos tiros especiales, deberás mantener presionado el botón de disparo durante unos segundos, pero eso no es tan fácil como parece, ya que el jugador estará abierto a tacleadas mientras se prepara para realizar su movimiento. En este sentido, es importante asegurarse de que puedes crear situaciones en las que tu jugador estará libre el tiempo suficiente para preparar el tiro, ya sea con pases o mediante regates.
Dicho esto, los tiros especiales no son necesariamente un gol garantizado, ya que hay algunas formas de detenerlos. Algunos defensores tienen la capacidad de bloquear tiros de una manera especial, siempre que tengan al menos la mitad de su barra de espíritu. Para eso, necesitan estar algo por delante del oponente mientras prepara el tiro. En cuanto a los porteros, tienen más posibilidades de atrapar estos tiros si tienen una buena barra de espíritu, pero si activan su “superdefensa” definitivamente detendrán el tiro. Para eso, sin embargo, necesita tener una barra V-Zone completa.
Cada equipo tiene una barra de V-Zone, que se llena de acuerdo con sus acciones en el juego. Cuando esa barra está llena, puedes activar V-Zone, que les da a tus jugadores mayor velocidad, llena las barras espirituales más rápido y te brinda beneficios especiales dependiendo del capitán de tu equipo. Y como mencionamos anteriormente, también permiten al portero hacer una ‘superdefensa’, aunque eso agota por completo la barra de V-Zone.
Por todas estas razones, es imposible jugar a Rise of New Champions como un juego de fútbol convencional, aunque los controles inicialmente pueden sugerir que es posible. Es una extraña mezcla, para ser honesto, entre una jugabilidad que a primera vista parece la de un juego de fútbol tradicional, pero con movimientos especiales que parecen sacados de un juego de lucha que nos recuerda perfectamente a clásicos de antaño como Nintendo World Cup, Mario Strikers, Mega Man Soccer, entre otros y películas tan particulares como Shaolin Soccer. También es curioso el hecho de que el juego, incluso con todos estos elementos, se acerca mucho más a un partido de fútbol real que a la serie misma.
Pero funciona, y es divertido, respetando las características del animé. Me gusta el hecho de que no es solo un juego que se centra en movimientos especiales y que hay formas de contrarrestar estos elementos. Tenemos también técnicas avanzadas para perfeccionar, como bolas de aire, movimientos especiales de etiqueta y duelos en los que tienes que presionar botones rápidamente para mantener o ganar la pelota.