[REVIEW] Lost Soul Aside: un sueño de combate atrapado en una experiencia frustrante

El proyecto Lost Soul Aside comenzó en 2014 como un desarrollo en solitario inspirado en sagas como Devil May Cry y Final Fantasy. Su evolución lo llevó a recibir el apoyo de Sony a través de la iniciativa China Hero Project en 2016, transformándose en una producción de equipo. Nueve años después, finalmente llegó al mercado.
Pero esa larga espera deja una huella: cuesta separar el legado del proyecto del juego que hoy tenemos en las manos.
Una narrativa débil y una localización desastrosa
La historia gira en torno a Kaser, un héroe que busca liberar a su nación de un emperador milenario. Sin embargo, la trama da un brusco giro hacia el regreso de los Voidrax, una raza alienígena que amenaza con destruir a la humanidad absorbiendo las almas de las personas.
El problema no es solo la premisa —que resulta genérica—, sino la ejecución narrativa: el guion es plano, poco inspirador y, para peor, la localización al inglés es sencillamente desastrosa, con un doblaje difícil de tomar en serio y textos plagados de errores gramaticales.
Un apartado técnico correcto, con altibajos
En PlayStation 5, Lost Soul Aside corre de forma aceptable en modo rendimiento, salvo en zonas avanzadas y combates contra jefes donde la tasa de cuadros decae notablemente. Incluso experimentamos un crash relacionado a lo que parece un problema de memoria. Aun así, los escenarios y secuencias más espectaculares logran brillar cuando el juego decide lucirse.
El combate: el verdadero logro de Lost Soul Aside
Donde el título realmente destaca es en su sistema de combate, el corazón de la experiencia y su mayor virtud. Kaser dispone de cuatro armas con identidades muy marcadas:
- Espada básica, versátil y equilibrada.
- Gran Espada, enfocada en parrys y ataques cargados, ideal para duelos uno contra uno.
- Poleblade, que permite ataques a distancia con precisión manual.
- Guadaña, con funciones de anclaje y movilidad en el plataformeo.
El sistema recompensa las esquivas perfectas, que cargan habilidades especiales para cada arma, y el dinamismo de cambiar entre armas incluso a mitad de combo convierte los enfrentamientos en auténticos espectáculos de acción.
Sin embargo, la progresión es torpe: las armas no se sienten satisfactorias al inicio y tardan demasiado en desplegar todo su potencial, lo que desalienta la experimentación durante las primeras horas.

Sistemas innecesariamente complejos
El título introduce mecánicas como el daño elemental y los accesorios, pero en lugar de enriquecer la jugabilidad, complican la experiencia. Ajustar constantemente armas y accesorios para explotar debilidades enemigas resulta tedioso y rompe el ritmo del combate.
Luces y sombras en los jefes
Durante la primera mitad, los combates contra jefes son intensos y emocionantes, llegando a ofrecer uno de los mejores enfrentamientos del género. Lamentablemente, en la segunda parte del juego, muchos jefes optan por mantener distancia y abusar de ataques molestos a larga, rompiendo el equilibrio y la diversión que caracterizaban los primeros duelos.
Veredicto
Lost Soul Aside es un título que brilla en su sistema de combate, pero se hunde bajo el peso de su narrativa insípida, sistemas mal planteados y decisiones frustrantes. Tras casi una década de desarrollo, queda la sensación de que hubo una joya escondida que nunca terminó de pulirse.
El resultado es una experiencia que promete mucho más de lo que cumple. Por ahora, se siente como una oportunidad perdida: un juego que pudo ser memorable, pero que termina siendo difícil de recomendar.